Cada uno nos imaginamos una historia detrás de esa canción, cuadro o poema. Algo que se adapta a nosotros y explica sentimientos ocultos (o no). Y si el artista te dice que no, que no tiene nada que ver con lo que imaginabas, que esta canción no es de amor, que el sentido es mucho menos profundo... te llevas una decepción enorme y, o decides seguir creyendo tu historia, o te deja de gustar. Porque la razón de sensibilidad es cien veces más importante que la estética.
Todo esto viene al siguiente fragmento de entrevista a Nudozurdo:
‘El Hijo de Dios’ es mi tema preferido de Sintética ¿Qué hay tras él?
Cualquier cosa que pienses de ella será infinitamente mejor que lo que yo pueda explicarte… No pienso estropeártela…
Grupazo español que empieza a ser conocido gracias a su segundo álbum, Sintétic, un disco redondo.
(también es una de mis canciones preferidas)
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